Hay muchos “Insaurralde” en la política con poder para mantenerse
El escándalo que envolvió al oficialismo bonaerense con el intendente en uso de licencia de Lomas de Zamora y renunciado jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, podría traspolarse a varios rubros vinculados a la vida política y sindical de la Argentina.
Sin dudas que la inexplicable buena vida de funcionarios, que solo han conseguido vivir de la política o el quehacer gremial, abunda en estos tiempos. Muchos de ellos ostentan o tienen una pareja con “seducción rentada” (como definió el periodista Jorge Asis al vínculo con la modelo Sofía Clerici); o cierto colaborador comunicacional que cree “beneficioso” mostrar lo conseguido en las redes sociales, para mostrarlo en otro nivel.
Sin embargo, muchos de ellos llevan años amasando sus fortunas gracias al apoyo popular. Porque no se trata solamente que los opositores sean los que “filtren” imágenes, videos, declaraciones juradas, fotografías (como el cumpleaños de la primera dama misionera en plena pandemia con estrictas restricciones por el COVID), etc.
Se trata que las propias organizaciones, partidos políticos y los ciudadanos en general, separen a los “Insaurralde” de la vida pública, del uso de los fondos públicos, de la venta de productos de sus empresas al Estado mientras están de uno y otro lado del mostrador.
Mientras las organizaciones y la sociedad en su conjunto no hagan un “click”, los Insaurralde seguirán generando esa idea de militar o involucrarse en la política para “salvarse” económicamente para siempre. Solo hay que escuchar cuántos de nuestros jóvenes sienten que es el camino para un bienestar y un crecimiento personal o familiar, cuando debiera ser la formación, el trabajo y el esfuerzo.
Cada argentino es el responsable de separar a estos personajes que no aportan al bien común sino a su propia caja fuerte o cuenta bancaria.