Los diputados y senadores de la Nación recibieron en sus casillas de correo el documento en donde se explica cómo y de cuánto será el incremento salarial para el 2023.
Unas semanas atrás, las autoridades del Senado y de la Cámara de Diputados acordaron con los gremios que representan a los trabajadores del Congreso un aumento salarial en tres cuotas.
Así, Cristina Kirchner y Cecilia Moreau cerraron con los sindicatos una suba de alrededor de 120% en tres cuotas.
La primera del 35% a partir del 1 de julio, otra suba del 35% a partir del 1 de agosto y 20% a partir del 1 de noviembre, acumulativo.
Además, la suma fija de $50.000 que estaban recibiendo los trabajadores pasará a ser parte del salario con carácter remunerativo.
Más de un millón de pesos por mes
La paritaria de los trabajadores del Congreso también tiene impacto político, ya que las dietas de los diputados y senadores están atadas a ella.
Según los datos que pública el Senado, un legislador de la Cámara alta hoy tiene un sueldo promedio -tomando en cuenta el desarraigo- de $804.745 pesos.
En el caso de los diputados, según informa la web de la Cámara baja, el salario promedio neto es de $685.715 pesos.
Es decir, teniendo en cuenta que el valor de la Canasta Básica Total para una familia en junio pasado fue de $217.915, el salario de un senador se corresponde a 3,6 canastas, mientras que el de un legislador de la Cámara baja significa 3,1 canastas, según el valor de una familia tipo del INDEC.
Una vez que se aplique este incremento, es decir en noviembre de este año cuando se complete la suba de las tres cuotas acumulativas e impacte la totalidad del acuerdo paritario, el salario promedio de un diputado pasará a ser de $1.508.573.
En el caso de los senadores, y teniendo en cuenta que el mismo porcentaje de incremento acompaña también en el ítem desarraigo, los 72 miembros de la Cámara alta estarán alcanzando un salario mensual de $1.770.439.
Paritaria estatal
En 2022, las autoridades de las Cámaras -Sergio Massa y Cristina Kirchner- habían decidido “desenganchar” las dietas de los legisladores de las paritarias de los trabajadores del Congreso.
Para ello, lo que habían acordado las autoridades de los bloques es que los aumentos de las dietas de los legisladores lo tenían que definir mediante una votación en cada uno de los recintos.
A partir de esto, se firmó una resolución que estipulaba que cualquier aumento de los haberes de los legisladores debía ser “tratado y aprobado por el pleno de ambas Cámaras”.
Sin embargo, en noviembre del año pasado, cuando se negoció el último tramo de la paritaria vigente, se derogó la medida y los aumentos de dieta volvieron a estar “enganchados”.
Aumento salarial sin exposición
La medida que los senadores y diputados sean quienes voten sus propios aumentos de sueldos también tenía que ver con que, en medio de un clima de malestar con los dirigentes, fuera todo el arco político el que se haga responsable.
Sin embargo, como era de prever, los legisladores evitaron exponerse públicamente en la discusión salarial y nunca se votó en el recinto, ni de Diputados ni de Senadores.
Sin embargo, los presidentes de los bloques -sin distinción de oficialismo y oposición- mandaron cartas a Cristina Kirchner y Cecilia Moreau para avanzar por otro camino ya que los parlamentarios se quejaban de la pérdida de sus ingresos.
Ahora, los salarios de los legisladores volvieron a estar enganchados con la paritaria de los trabajadores del Congreso de la Nación.