Biografía Musical de los viernes: José Luis Perales

Su  infancia transcurrió en Castejón, un pequeño pueblo  a 50 Km de la provincia de Cuenca, donde llego a este mundo un 18 de enero de 1945. Desde niño aprendía a amar la música, su  primer instrumento musical el laúd con el que formo parte de la ronda  del pueblo.  En la clase de solfeo  sus amigos dijeron  que era un  alumno  aventajado .Tiene cuatro hermanos él es el tercero  y el único varón, por o9 cual fue  consentido. A los trece años salía de Castejón para estudiar en la Universidad Laboral de Sevilla. No fue un estudiante  brillante, estudiaba  lo justo para sacar adelante durante siete años la beca que disfrutaba, ya que su  familia no disponía de demasiados recursos económicos. Estudio electrónica y nunca tuvo vocación de ingeniero, y un día, por culpa de la música, interrumpía sus estudios. Nunca podo haber imaginado que aquella canción «Niebla», escrita a los dieciséis años en si cuarto de estudiante en Sevilla, fuera el principio de una posterior y larga trayectoria de  autor.

Todo comenzó a finales de los años sesenta cuando llego con cierto miedo a su primera cita con un director discográfico, gracias a que sus amigos, dueños de un estudio de grabación, se empeñaron en presentar una maqueta de el con unas cuantas canciones, sin el saberlo. Era una época en la que las grandes voces, como Nino Bravo, ocupaban los primeros puestos en las listas de éxitos. Su sueño  era que alguna de esas grandes voces llegara a interpretar alguna de sus canciones.

Luego de una gran  y larga espera, el director de aquella compañía lo recibió en su despacho, de cuyas paredes colgaban los discos de oro y platino, símbolo de éxito de sus artistas. Rafael Trabuchelli lo convoca  para escribir para artistas Como Raphael, Paloma San Basilio, Massiel, Enrique y Ana, etc.… y como así le insisten a que grabe y paralelamente firma un contrato de como intérprete, casi obligado por aquel productor, que demostró tener una gran fe en sus canciones. A pesar de su reiterada negativa a meterse en un estudio de grabación, intuyendo que le esperaba,  dado  miedo era enfrentarse al público, Trabuchelli insistió tanto que acepto, deseando de todo corazón que aquel disco pasara de noche, lo cual le facilitaría seguir trabajando como autor. Dos semanas después de salir al mercado, “Celos de mi guitarra” se ponía número uno en la lista de Cuarenta Principales. No había marcha atrás. Se despedí de sus compañeros de trabajo en un estudio de delineación, convencido de que volvería una vez pasado el éxito “momentáneo” de ese primer disco. No hubo manera. “Quisiera decir tu nombre”, “Y te vas”, “Cosas de Doña Asunción” seguieron peleando con los primeros puestos de las listas. Alguna de ellas consiguió desbancar al número uno habitual por aquel entonces, Camilo Sesto.

Un José Luis Perales enamorado, tierno y enfermizamente fiel a su enamorada Manuela. Juegan así dos mujeres un papel muy importante en su vida: su madre, Mariana motor de su carrera, puesto que era ella la que le buscaba sus primeros auditorios, a veces entre la gente de su pueblo y Manuela voz crítica de sus canciones. Todo no fue camino de rosas cuando dejo su trabajo  por problemas de incompatibilidades y dedicarse por completo al mundo de la canción, además le horrorizaba depender del escenario y de la crítica. Después se fue a vivir a Cuenca, donde construyó su hogar, y a Madrid, cuando sus dos hijos adolescentes -Pablo y María- se fueron a estudiar a la universidad, apartándose un poco de su actividad para dedicarse por completo a sus hijos. Con 30 años en el mundo de la música, ha recibido un premio amigo como «reconocimiento a su trayectoria artística», ha grabado más de 30 discos y editado más de 50 millones de copias y ha compuesto canciones para los artistas más emblemáticos. En 2019 edita el disco «Mirándote a los ojos -Recuerdos, retratos y melodías perdidas-«.El 6 de mayo del 2021 hace una reversión junto a Carlos Rivera de “Un velero llamado libertad”, canción que formo parte del «Leyendas», disco del cantante mexicano.