El temible Bola 8: tres homicidios, dos fugas y un reciente ataque a la Policía
La Policía Militar del vecino país lo atrapó el miércoles en Barracão, frente a Bernardo de Irigoyen. Entre sus antecedentes hay tres homicidios y varios asaltos
Carlos Poncio o Jair Figleski se escapó de Eldorado hace un año
A casi un año de escaparse de la cárcel de Eldorado, donde cumplía una pena de 14 años de prisión por homicidio, el múltiple asesino y asaltante brasileño Bola 8 volvió a ser detenido. Su nueva captura se concretó en la localidad brasileña de Barracão, frente a Bernardo de Irigoyen.
Se trata de Carlos Poncio o Jair Figleski, depende de qué lado de la frontera se lo nombre. Según detallaron medios del vecino país, su captura fue concretada el miércoles por la tarde, cerca de las 18.40, en la carretera BR 163 mediante un operativo de la Policía Militar.
El procedimiento fue realizado por Rondas Ostensivas Táticas Metropolitanas (como un Comando Radioeléctrico) y la Agencia Local de Inteligencia, que recibieron la información de que un hombre prófugo de la Justicia estaba en la localidad.
De las recorridas llegaron a una camioneta Chevrolet Montana, en la que se movilizaba Bola 8. El hombre fue trasladado en primera instancia hacía la dependencia local, donde se constató que se trataba de un sujeto de alta peligrosidad.
La presencia de Bola 8 en la frontera seca, sobre todo en San Antonio, siempre se sospechó. Incluso se le atribuyeron varios hechos sin resolver desde que se escapó de la Unidad Penal III el 6 de mayo del 2021.
Un de ellos es un ataque a tiros a efectivos policiales tras asaltar una estación de servicios en la localidad fronteriza. Ocurrió el 19 de enero sobre la ruta nacional 101, cuando presuntamente se movilizaba en una motocicleta junto a un cómplice tras el atraco. Una patrulla lo interceptó y el abrió fuego contra los uniformados, hiriendo en el brazo al agente Agustín Ruiz Villarruel (22).
Ayer las autoridades del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) estaban al tanto de lo ocurrido, aunque aún no había intercambio formal de informaciones. En el vecino país también lo buscaban para juzgarlo por un doble homicidio e incluso había una extradición aprobada para cuando cumpla su condena.
Como informó oportunamente este medio, el escape del reo fue alertado cerca de las 8 de la mañana y el hecho se habría producido mientras trabajaba en la Sección Chacra, un área extramuros donde se realizan labores de huerta y plantaciones de época. Se trata de un plan de laborterapia que tiene el objetivo de fomentar la reinserción de los internos.
En un descuido de la custodia, aprovechó para ganar la avenida Fundador y desaparecer nuevamente. Entonces no se reportaron agresiones a los guardias ni mucho menos y se informó que se abrió un sumario administrativo interno para deslindar responsabilidades.
Entonces Bola 8 era se encontraba en avanzada fase de su tratamiento penitenciario, a tal punto de que en 2025 hubiera estado habilitado para acceder al beneficio de la libertad condicional. Su pena se iba a agotar en 2030.
Identidades y crímenes
En Argentina, el hombre aparecía como Carlos Poncio, nacido en Bernardo de Irigoyen y domicilio en San Antonio, mientras que en Brasil figura como Jair Figleski, oriundo de la localidad de Frederico Westphalen, en el estado de Río Grande do Sul, tal como consta en la ficha con el pedido de captura internacional que aparece en la página de Interpol.
En suelo misionero se encontraba purgando una pena de 14 años de prisión por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en razón de un hecho cometido el 29 de febrero del 2016 en Pozo Azul.
Según dio por acreditado la Justicia, Bola 8 irrumpió en la chacra de una pareja de colonos y, sin mediar palabras, abrió una ráfaga de tiros con la que hirió a Elvio Antúnez (35), quien después terminó falleciendo. El delincuente se escapó sin llevarse nada y se mantuvo prófugo hasta el 12 de abril, cuando fue atrapado ingresando a San Antonio desde Brasil por un paso legal.
Para evadir a las autoridades usaba, además de las identidades, había cambiado algunos de sus aspectos físicos, ya que estaba más delgado, se había teñido el pelo y se había dejado crecer la barba. Sin embargo, la bola de billar negra tatuada en uno de sus brazos, al que responde su apodo, lo delató.
El antecedente más grave de Figleski data del 25 de septiembre de 2013, tras un hecho ocurrido en San Pedro, una ciudad ubicada en el interior del municipio de Vacaria, en Río Grande do Sul, a 450 kilómetros de Misiones.
Ese día, el sindicado criminal irrumpió en una chacra en la cual había trabajado anteriormente. Llegó con fines de robo y marcó presencia a los tiros, dejando dos muertos a su paso: Zelcio Dos Santos Lima y Dário Sotil de Carvalho, a quienes conocía porque habían sido compañeros suyos.
Después de eso, avanzó con su calibre 38 y le apuntó en la cabeza a Clovis José Lima Blanco, a quien le obligó a cargar los escasos objetos de valor que habían en el lugar en el vehículo de una víctimas. Luego le disparó a la cabeza y pensando que había muerto, huyó de la escena.
En verdad, Lima Blando recibió el tiro el cuello y fingió su muerte para salvarse. Su testimonio fue clave y el hombre fue atrapado al día siguiente, cuando confesó el doble crimen al enterarse de que su víctima en verdad no había fallecido.
Entonces se descubrió su impresionante prontuario de 14 causas por robos calificados, lesiones, conspiración y conducción temeraria. También se lo acusó en aquel de haber integrado una banda que se dedicaba a asaltar tours de compras en Ciudad del Este, Paraguay.
Fue alojado en una cárcel, pero duró menos de un año y nunca fue juzgado por el doble crimen por el cual le esperaban penas de entre 48 y 80 años. El 25 de enero de 2014 se escapó por los techos limando barrotes de una ventana luego de esconderse en uno de los baños.
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