Cuáles y cómo son todas las vacunas que podrían aplicarse en Argentina
Además del acuerdo firmado con Oxford/AztraZeneca y el reciente por la Sputnik V, el Gobierno mantiene negociaciones con otras productoras. Ninguna se aplicará hasta no ser aprobada por la Anmat.
Además del acuerdo firmado con Oxford/AztraZeneca y el reciente por la Sputnik V, el gobierno argentino mantiene negociaciones con otras productoras de vacunas candidatas contra el coronavirus que se encuentran en fase 3 de investigación como Pfizer, Sinopharma, Sinovac y Janssen, algunas de las cuales ya han presentado resultados preliminares de eficacia y seguridad.
Estos acuerdos bilaterales se sumarían a las más de 9 millones dosis que se obtendrán a través del Covax (mecanismo de compra colectiva impulsado por la Organización Mundial de la Salud -OMS-) que llegarían a fines de febrero.
En el mundo se han desarrollado hasta la actualidad más de 220 vacunas candidatas, de las cuales casi 52 ya se están probando en humanos (fase clínica) y trece están en la última etapa de prueba, lo que significa que han superado las fases anteriores demostrando niveles aceptables de seguridad (no provocaron efectos adversos graves) y de generación de anticuerpos.
Ninguna vacuna se aplicará hasta que no ser aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), que hasta el momento ha recibido el pedido de registración y autorización de uso de emergencia de las vacunas de Oxford/AstraZeneca, Sputnik V, Pfizer y Janssen.
Tres de las vacunas candidatas (AstraZeneca, Sputnik V y Janssen) utilizan como vectores adenovirus (virus que causan resfríos comunes) genéticamente modificados para que no se reproduzcan en el organismo (y por lo tanto inocuos) que sirven para transportar material genético del virus del que se quiere inmunizar; en este caso una parte de la proteína espiga del coronavirus.
Al ingresar al organismo, el sistema inmune «detecta» la proteína espiga y genera su respuesta.
En los primeros días de noviembre, Argentina firmó un acuerdo con AstraZeneca por más de 22 millones de dosis de su vacuna que estarían disponibles a partir de marzo.
En tanto, la empresa mAbxience, del Grupo Insud, anunció que producirá en su planta de la localidad bonaerense de Garín unas 150 millones de dosis del principio activo de esa vacuna, y que cada una costará alrededor de 4 dólares.
El miércoles, los investigadores publicaron en la revista científica The Lancet resultados de ensayos clínicos realizados en diferentes países, algunos en fase 3, que arrojaron que la vacuna tiene una efectividad promedio del 70%, porcentaje que se incrementaba a 90% al aplicar media dosis seguida después de la primera.
La otra vacuna de vector viral es la Sputnik V, desarrollada por el Instituto de Investigación Gamaleya de Rusia, que es la única que utiliza dos adenovirus humanos como vectores, uno diferente en cada dosis que se dan intramuscularmente con diferencia de 21 días.
El Centro Gamaleya informó que tras realizar una revisión de casos de infección por coronavirus en la fase 3 del estudio, la eficacia de la Sputnik V es superior al 95% a los 21 días de la segunda dosis.
Este jueves, el presidente Alberto Fernández informó que se firmó un acuerdo con Rusia para la compra de vacunas que permitirán inmunizar a 10 millones de personas entre diciembre, enero y febrero, «de las cuales 300 mil podrían ser vacunadas antes de fin de año».
La tercera de este tipo es la de Janssen, la farmacéutica de Johnson & Johnson (Estados Unidos), que utiliza un adenovirus humano y se administra en una sola dosis intramuscular.
El gobierno argentino mantiene conversaciones con la compañía aunque hasta el momento no hay información sobre la cantidad de dosis ni cuándo las entregaría, pero se conoce que el precio rondaría los 37 dólares.
Los adenovirus humanos -como los de las vacunas de Janssen y la Sputnik- se utilizan en otras vacunas como la del ébola.
Otra candidata es la de Pfizer (Estados Unidos) y BioNTech (alemana) y se trata de una vacuna que utiliza una tecnología innovadora denominada ARN mensajero que se aplica en dos dosis vía intramuscular, la segunda 28 días después de la primera.
Este tipo de vacunas utilizan directamente el código genético de una proteína viral (en este caso se utiliza la proteína espiga), que al ingresar al organismo provoca que las células «produzcan» esta proteína y al reconocerla se activa el sistema inmunológico. Hasta el momento no hay vacunas que utilicen esta tecnología que requiere de una conservación a menos 70 grados (con una tolerancia de más o menos 10 grados).
A mediados de noviembre, la empresa anunció que la vacuna a los 7 días después de la segunda dosis arrojó una eficacia del 95% con 8 casos de Covid-19 en el grupo vacunado contra 162 casos de infección en el grupo de placebo y hoy se publicó ese estudio en la revista New England Journal of Medicine.
La semana pasada el Reino Unido aprobó el uso de emergencia de esta vacuna que comenzó a aplicarse el martes en ese país, en tanto que este jueves el ente regulador de Estados Unidos (FDA) está tratando su autorización. Ayer también fue aprobada en Canadá.
Argentina recibiría tres millones de dosis de la vacuna de Pfizer a un precio de 19 dólares, aunque aún no está cerrado el acuerdo.
El Gobierno también mantuvo contacto por la vacuna desarrollada por el grupo Sinopharm (China), y Sinovac (China), ésta última vía el Instituto Butantan, de Sao Pablo (Brasil) que la está produciendo.
Se trata de vacunas que utilizan virus inactivado, una versión muerta del germen que no produce enfermedad pero genera anticuerpos y que ya se utiliza en varias vacunas como las de la gripe, hepatitis A, polio y la rabia.
Este miércoles, Emiratos Árabes Unidos (EAU) autorizó el uso de emergencia de la la vacuna de Sinopharm y el Instituto de Productos Biológicos de Beijing dijo que, según los ensayos clínicos de tercera fase, demostró una eficacia del 86%.