Si alguna vez te dio intriga: La historia de la casa abandonada en la Ruta 12
La construcción se encuentra en Colonia Luján, municipio de Garuhapé, lugar que fue destino de varias familias oriundas de Japón, que en la década del 50’ llegaron allí escapando de la crisis social y económica que atravesaba ese país a causa de la posguerra.
En los primeros tiempos los japoneses tuvieron una vida sumamente difícil, trabajando en medio del monte –con los peligros que esto implicaba-, afrontando contrariedades de todo tipo, desde invasiones de langostas hasta heladas y pestes en las plantaciones.
Colonia Luján fue fundada por la Cooperativa de Colonización Argentina “Ataku” en mayo de 1959 y fue la primera colonia colectiva de japoneses establecida en la Argentina dentro de la modalidad de inmigración planificada. Luego siguieron otras colonias como la de Mendoza y Buenos Aires.
Fue el caso de la familia Matsunoshita, quienes llegaron a Misiones desde una isla ubicada al sur del país nipón escapando de la crisis y en el marco de lo que fue en aquel entonces el primer convenio bilateral entre Japón y Argentina de migración planificada.
Esta familia se dedicó en primera instancia a la producción agrícola, con lo cual lograron su subsistencia en un entorno indómito.
Con el correr de los años lograron consolidar una economía pujante y próspera, que con el intercambio de productos entre Puerto Rico y Montecarlo posicionó a la Colonia Luján como un punto productivo importante para la zona.
Roberto Matsunoshita, cuyos padres llegaron a Misiones desde Japón, recordó en diálogo con Misiones Online que su familia llegó con escasas pertenencias al país.
Contó además que su padre arribó a Buenos Aires el 16 de septiembre de 1955, el mismo día del derrocamiento de Perón y que sumado a su extrañeza en un entorno totalmente nuevo, debieron afrontar el caótico escenario suscitado por la “Revolución Libertadora”.
Matsunoshita relató que incluso a su padre lo apodaron “el pelado”, ya que a penas llegó al puerto de Buenos Aires, el furgón que transportaba sus pertenencias fue robado y que por ello quedó literalmente con lo puesto, en otras palabras: “Pelado”.
Sin embargo, en Misiones, la historia para esta familia fue distinta. Ya que encontraron en ese suelo habitantes fraternales que le tendieron una mano y ayudaron a prosperar, según contó Roberto.
La historia del caserón y sus cualidades únicas
Roberto Matsunoshita, propietario del terreno y la casa, contó en diálogo con Misiones Online que la casa fue construida con tablones de 5 pulgadas y algo de cemento. La construcción comenzó en la década del 80’, por parte de un cuñado suyo quien llegó desde Japón y empleó en ella una técnica tradicional mediante la cual no se utilizan clavos sino que las tablas son sujetadas mediante un “encastre”. Esto vuelve a la estructura mucho más confiable y duradera.
Mientras la construcción avanzaba, el cuñado que oficiaba de Maestro Mayor de Obras sufrió un accidente que le terminó costando su propia mano, la cual le fue amputada. Por esta razón, debió volver a Japón y la obra quedó trunca.
Unos años después, Roberto retomó la construcción y logró terminar la imponente vivienda de madera.
Vivió allí con su familia durante 15 años. Hasta que por razones de comodidad se mudó a Puerto Rico, lugar en el cual dirige una exitosa ferretería.
La vivienda por su parte, primero estuvo ideada como para seguir siendo de provecho para la familia como una suerte de “casa de campo”, en la cual ir a pasar los fines de semana. Sin embargo, los vándalos tenían otros planes para la casa, la cual destruyeron y dejaron en ruinas.
Fuente: MOL
15 Comentarios
Me encantaaaa! Admiro desde hace años esa casa abandonada y para mi significa mucho tener la oportunidad de verla cada vez que viajo, ya que cuando lo hacía con mis papás cuando era más chica, si me quedaba dormida a mitad de camino, ellos me levantaban rápido diciéndome “dale mirá, levantate rápido que estamos por pasar por el lugar donde está la casa que te gusta” a ese punto me fascinaba tanto verla, que les pedía que por favor me avisen siempre que viajábamos jaja. Muchas gracias por compartirnos la historia de esa casa tan única, me alegra saber más de ella❤️
Que interesante historia!! Claro que el municipio lo debe declarar patrimonio histórico!!
Si yo endube trabajando en esa sona cuando se empeso la forestacion en el año 1975 ahi justo adonde esta esa casa avia mas casas y un almacen era esa almacen y despues avia otra pasando la escuelita que esta en la entrada a las gruta india que Recuerdo saludos
Viajo por R 12 hace más de cuarenta años, siempre nos preguntábamos que pasó, cuál es su historia, sin saberlo les decíamos la casa del fantasma o del asombrado, jajaja, gracias por compartir la verdadera historia de la casa que es un punto de referencia de los que viajamos hacia las cataratas, deberían limpiarlos para que sea por su historia un punto turístico de paso.
Soy del municipio de Garuhapé, vivo desde los años 1978, conozco la Colonia Luján. Lugar de una comunidad japonesa donde las familias se dedicaban a la agricultura y que con el tiempo se fueron a otros lugares. Pero un integrante de la familia Mahtsunoshita continúa trabajando en el lugar. El municipio debería declarar esa vivienda como patrimonio cultural.
Me gusta la historia ya que mis padres trabajaron para la familia en cosecha de tung
??
En el año 1965, después de salir de Corpus fui a vivir un tiempo con mi Madre, vivíamos en un terreno del Sr. Matsunoshita, el tenia un aserradero próximo a la cooperativa de Lujan, mi familia trabajaba en el mencionado aserradero y en la cooperativa se albergaban los Inmigrantes Japoneses hasta que le designaban las chacras en la Colonia Lujan.
Quemaron la casa esa los bandalos
Que bueno saber su historia! la he mirado siempre que hago el trayecto wanda-posadas, y sin saberlo, la relacionaba con una casa japonesa 🙂
Debería se declarada como Patrimonio cultural
Siempre me llama la atención, firme e inmuta. Un testigo silencioso del tiempo que pasa.
Sería importante declararla patrimonio cultural.
hermosa historia deberían limpiar el sitio y dejarla en condiciones para q el viajante pueda apreciar mas su belleza.
Lamentable experiencia de gente que hace un culto del honor y la honradez. Los misioneros debimos aprender mucho de sus virtudes y del modo de trabajar la madera para construir su vivienda. La nota me deja una sensación de admiración hacia ellos y una vergüenza tremenda que ya comenzó allá por 1955, por hechos cometidos por nosotros, argentinos.
Verdaderamente una reliquia!! Sería muy interesante que el Gobierno Municipal analice la posibilidad de declararla Patrimonio Cultural ya que es apreciado y valorado como Recurso Turístico.Su historia es atrapante….es una oportunidad y Tiempo que revaloricemos y preservemos Nuestros Atractivos como Patrimonio Cultural.Saludos y muy rica la Historia contada.!!
Hola mi nombre es francisco montenegro yo trabaje en esa sona cuando se empeso a forestar esta las gruta india en el año 1975 y justo ahi en donde esta la casa funcionaba un almacen .